domingo, 17 de enero de 2010

Botas de agua

Tengo unas botas de agua, de esas de goma negra, que no tienen más nada, ni nada de especial, no son unas Hunter, lo único especial que tienen es que las compré en Nueva York (NYC) hace poco más de un año.

La semana pasada con las nevadas que han asolado la Península me las he puesto varios días, y uno de ellos pasé por un a zapatería y me probé unos preciosos zapatitos de tacón. Mientras me miraba en el espejo el amable dependiente se volvió y le indicó a un grupito de chicas post-adolescentes, que la bota que estaban admirando era de un aclienta. Ellas muy avergonzadas la dejaron en el suelo y se disculparón, yo me giré y divertida ví la escena, les dije que no pasaba nada, ellas me dijeron que les había gustado mucho, y pensé que podía ofrecérselas y vendérselas, pues me las compré un pelín pequeñas. Pero no lo dije, no lo vi oportuno, me parecía una competencia desleal hacía la zapatería, además no podía volver a casa descalza, todavía había nieve en las calles!

Con lo sucias que estaban y mi calcetín dentro, a ellas les encantó!!!
Y a mí me divirtió!!!