This boots

Porque no todo son tacones, ni dorados zapatitos para seguir baldosas, ni zapatitos de señorita o señoritinga, según la situación requiera, y porque la elegancia no está reñida con la comodidad.

Al final volví

No me pude resisitir y volví, y ya tengo los bonitos y dorados zapatitos en mis pies otra vez.

Veranum

En el hemisferio septentrional entramos en la época más calurosa, deseada y anhelada del año, el solsticio de verano. Por fin, aunque ya venía anunciándose hace días, en las últimas semanas se ha hecho de rogar. Ya todos estábamos ansiosos por su llegada, para despojar nuestra piel de los tejidos que la esconden, y salir a saludar al sol de cuerpo entero, mojarnos los pies en piscinas, ríos, pantanos y mares, y saludar las estrellas por la noche.

Le doy una grata bienvenida con esta imagen que Mucha realizó allá por el año 1903.

Ventana 10

Porque en esta ventana empezó esta serie, sin quererlo, sin darme cuenta. Porque esta ventana fue la que más mostré. Porque ya hacía tiempo que no abría esta ventana desde aquí, para vosotros. Porque me gustaba mirar por esta ventana las luces del horizonte, todavía algunas veces puedo contemplar esas luces. Porque ya he llegado a la ventana número 10, que no es un número muy elevado, pero el primero de dos cifras. Porque me apetecía y quería recordar esta ventana.

Die tote Stadt

Die Tote Stadt. Photo by Axel Zeininger

A veces los reencuentros con viejas amistades pueden provocarnos pesadez, alegrías y nuevas experiencias. Yo esta vez me quedo con ésto último. He tenido la oportunidad de ir al Teatro Real, a disfrutar, admirar, contemplar, escuchar, apreciar y emocionarme con la ópera Die tote Stadt, La ciudad muerta, de Erich Wolfgang Korngold. A mi, personalmente me gustó mucho, salí muy contenta, no sé sí quedé deslumbrada por la puesta en escena, montaje y escenografía que pueden permitirse en el Real, o  el propio entorno, el  majestuoso y citado Teatro Real. Sea como fuere, difícilmente se borrara de mi retina y mis recuerdos. Y recomiendo a aquel que tenga la oportunidad de ir a ver esta obra al Real, aunque sólo sea por estar dentro del nombrado edificio.

Dedo anular

Las manos son una parte del cuerpo en la que suelo fijarme. Me gusta apreciar y admirar unas manos bonitas ya sean masculinas o femeninas, creo que dicen mucho, son muy expresivas, aunque a veces pueden engañar. Pero últimamente busco en las manos el dedo anular derecho y compruebo si lleva un anillo dorado, alianza o similar, sobre todo si su dueño es masculino y guapo. Y ésta practica que recientemente realizo, sin querer queriendo, está empezando a preocuparme.

La tentación vive en mi

Hoy me he dado una vuelta por un Centro Comercial  que no conocía, es lo malo de estar ociosa que me da por ir a ver esos maravillosos templos de ocio y consumismo, y no he podido resistir comprarme un bolso, que realmente no necesito pero estaba muy bien de precio, unas pulseras, que no son necesarias  ni imprescindibles para  mi vida cotidiana, aunque me auto-engañe pensando que sí, y un llavero de piel de un precioso verde con forma de lazito,  y con éste podría, puedo, volver a auto-engañarme pues las llaves de casa las llevo sin llavero, no porque no tenga, que tengo uno que me regalaron hace un par de Navidades, muy mono también de piel pero en vez de un lazito son florecitas, y no es que no me guste, que me gusta, pero me vuelvo a auto-engañar y lo reservo -he aquí mi autoengaño- para cuando encuentre la casa de mi vida, que vaya usted a saber cuando será. Y no sintiéndome tranquila y satisfecha con las citadas compras, me he quedado con las ganas de comprarme unos zapatitos, esta vez sin tacón, muy monos y a muy buen precio, y claro, todo el camino de vuelta iba pensando en ellos y cuando volver para llevármelos sin dudar y ponerlos en mis pies, como si me fuera la vida en ello. Sólo espero no soñarlos esta noche, a ver si así se me olvida y quita la tontería.  El próximo día cuando piense ir a conocer un Templo Consumista, me apuntaré a clases de arameo para estar ocupada y mantener la tentación a raya.

Ternura

Porque la ternura también se descubre al ver  la imagen de una mujer, anciana, que adolece alzheimer, acercándose a la cama de su hermana, más mayor aún, y con dicha enfermedad mucho más avanzada y desarrollada, llamarla por su nombre, recordarlo, y darle muchos, muchos besos en la frente el día de su cumpleaños.

El primer baño del año

Hoy me he dado el primer baño del año, se entiende que al aire libre, pues bañarme o más bien ducharme lo hago a diaro, como buena hija de vecina, y procuro nadar irregular o regularmente según la semana, mes y fiestas de guardar. Pero sí, hoy me he dado el capricho de pasar toda la tarde en remojo, sin estrenar aún el floreado bikini recíen adquirido, lo guardo para una ocasión especial, o un día especial, o simplemente  para cuando me apetezca. Aunque haya hecho sol,  para definir el día, o más exacto, tarde que he pasado hoy aprovecho un pequeño fragmento de la conversación entre dos chicos que estaban al lado mío:

(...) 

-Com'e'?

-Fa coraggio!!!

Bañador o bikini

Hace más de un mes que ando detrás de ir a compar un bañador de natación, para ir a nadar, pues el que tengo está ya en las últimas. Pero aún no lo he conseguido. Un día por una cosa, otro día por otra, así van pasando los días y todavía no lo he adquirido. 

Ayer por la tarde, despues de trabajar, fui a deleitarme la vista con las nuevas tendencias, ya por fin veraniegas, y, ay Dios mío!  cuando me quise dar cuenta me había comprado un precioso bikini floreado. Porqué tengo tan desarollada la dichosa capacidad de acabar comprando lo que no necesito y lo que necesito ir a por ello cuando ya no hay más remedio?

Por tanto, al final ha sido biquini, de Bikini, nombre de un atolón de las Islas Marshall, el que ha ganado la batalla por ahora, el que me he llevado más para tomar el sol, que para nadar este verano. Pero cruzaré los dedos para que el floreado me permita nadar, nadar mucho este verano.