domingo, 13 de junio de 2010

Die tote Stadt


Die Tote Stadt. Photo by Axel Zeininger

A veces los reencuentros con viejas amistades pueden provocarnos pesadez, alegrías y nuevas experiencias. Yo esta vez me quedo con ésto último. He tenido la oportunidad de ir al Teatro Real, a disfrutar, admirar, contemplar, escuchar, apreciar y emocionarme con la ópera Die tote Stadt, La ciudad muerta, de Erich Wolfgang Korngold. A mi, personalmente me gustó mucho, salí muy contenta, no sé sí quedé deslumbrada por la puesta en escena, montaje y escenografía que pueden permitirse en el Real, o  el propio entorno, el  majestuoso y citado Teatro Real. Sea como fuere, difícilmente se borrara de mi retina y mis recuerdos. Y recomiendo a aquel que tenga la oportunidad de ir a ver esta obra al Real, aunque sólo sea por estar dentro del nombrado edificio.

1 comentario:

Tracy dijo...

La contemplación del arte hace sentir experiencias únicas.