Me levanto, me ducho, desayuno, me visto, invariablemene en ese orden, a no ser causa de fuerza mayor. Me bajo a coger el autobús, cuando de pronto un BMW negro para delante de la parada y me dice: ¿Vas con tiempo? Un buen amigo que hacía mucho no veía, nos tomamos un café y me cuenta sus buenas nuevas, entre ellas la causa del flamante BMW negro. Nos despedimos, y tres autobuses después ya estaba de nuevo en camino. Me encuentro a mi tío, se sorprende al verme en otra parada. Llego al trabajo. A media mañana, o mejor pasado el medio día, llega una compañera y continuamos el trabajo conjunto que hacemos. Llega la hora de la comida, nos vamos a comer. Después continuamos otro rato, hasta que recogemos para ir a nuestras ansiadas (al menos para mi) clases baile. Llegamos un pelín tarde, como siempre en estos últimos días, nos estiramos, sudamos, yo mucho, y nos vamos (no son eternas, ojalá!). Vuelta a casa, ya de noche. Me vuelvo a duchar para quitarme el sudor y me lavo y peino el pelo. Me siento, escribo esto, preparo un capitulo de mi serie favorita. Ceno, me preparo la comida para el día siguiente, y me voy a la cama pensando lo completo que ha sido hoy el día. Un día cualquiera como hoy.
lunes, 14 de marzo de 2011
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1 comentario:
Un día vivido. Los mejores.
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