jueves, 11 de junio de 2009

Julia*

Yo la vi. Los ojos le brillaban más de lo normal y no paraba de canturrear. Aquel día cruzaron más de las dos palabras oficiales, se dijeron algo más que hola, algo más que el saludo formal y cordial que acostumbraban. Hablaron, simplemente eso. Y Julia andaba loca de contenta. Ella le ayudó a mandar unas cartas, él le pregunto si le gustaba el jazz, a lo que ella contestó con un simple y escueto - sí, arrepintiéndose luego de no haberle preguntado sí también le gustaba jazz, o cualquier otra cosa. Pero no le importaba, estaba como en una nube. Ya había dado un primer paso, habían hablado y podía volver a ocurrir cualquier otro día.