lunes, 5 de octubre de 2009

Valentina**

Valentina le hizo honor a su nombre, lo pensó varias veces, respiró hondo, volvió a vacilar, volvió a respirar hondo, se armó de valor y le dijo que ya no le quería, que ya no estaba enamorada de él. Pero luego no paró de llorar, pasó dos días enteros llorando como una magdalena.