Juana***

Compró una pequeña cajita de bombones para celebrar su cumpleaños y ofrecer a sus compañeros. Aquellos con los que mejor relación tiene o le resultan simpáticos, y entre éstos últimos se encontraba él. Cuando Juana se acercó a ofrecer bombones al grupito de compañeros con los que él trabaja ya quedaban pocos, pero entre los pocos bombones que restaban en la Caja Roja de Nestlé, en el centro quedaba uno con forma de corazón. Cómo éste pequeño músculo de Juana latía con fuerza mientras se acercaba para convidarles a dichos bombones, tenía que concentrase para que el nerviosismo no le invadiera y le provocara cualquier reacción anómala y ridícula. Tan azorada estaba Juana cuando se acercó a ofrecerles un bombón que no se percató, que fue él quién cogió el último bombón con forma de corazón