martes, 12 de octubre de 2010

Sólo una cosa

Después de pasar la noche entera bailando, haciendo equilibrios subida en los tacones nuevos, botines de cuña para ser más exacta, llegar a casa arrastrando los pies cuando empezaba a despuntar el sol, y quitarme los susodichos botines, entonces y sólo entonces, creí estar en el paraíso.

2 comentarios:

Tracy dijo...

Desde luego lo más parecido a alcanzar la gloria es quitarse los tacones.

ladytacones dijo...

Te entiendo Juana. Es la sensación que tenía yo cuando volvía de la feria con los tacones arrastrándome hasta mi casa...