jueves, 4 de noviembre de 2010

Educación

Sé que estoy muy quejica últimamente, pero no lo puedo evitar, y mejor soltar aquí mis demonios que a la cara de alguien, aunque muchas veces lo merecieran.  No entiendo como si alguien no está interesado en oír determinada charla, conferencia, ponencia, discurso o cualquier exposición oral, y más si es de carácter serio, científico y divulgativo, puede entrar y dedicarse a hablar  con el compañero, hacer gracias, chistes o comentarios de cualquier otra índole, molestando a todos los que están alrededor como si tal cosa, como si no molestaran. No lo entiendo, no lo puedo entender, señores, si no le interesa, quedense fuera por favor.
Y tampoco estiren sus hastiados músculos y huesos en mitad de una de estas charlas.

1 comentario:

Tracy dijo...

Desgraciadamente vivimos unos tiempos que tenemos todo lo que deseamos, menos educación. Lo mismo es que no deseamos tenerla porque no nos interesa.