Después de varios días lloviendo, hoy ha salido el sol. Me gusta que llueva, ver llover. Me relaja, me tranquiliza, me limpia. Y cuando para y sale el sol, como hoy, todo se ve más brillante, resplandeciente. La ciudad se queda limpia y hasta la cara de la gente se ve mejor. Y al caer la noche las luces brillan aún más, si cabe, aumentadas por la luces de Navidad en estos días.
Hoy estábamos brillando.
Hoy estábamos brillando.
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