Así me pasé toda la noche, subida en mis preciosos tacones, bailando, hablando y riendo, hasta que el sol apareció. Como cuando era una jovenzuela y quemaba las noches. Es lo que sucede al festejar una despedida de soltera.
martes, 27 de abril de 2010
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1 comentario:
Hay que desmelenarse de vez en cuando, y si es subida a unos tacones, mejor.
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